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Miércoles, 18 Septiembre 2019
CAPACITACIÓN

Becaria del CONICET fue invitada a participar de un curso sobre riesgo climático en Estados Unidos

Fotografías: Francisco Tutella. Fotografías: Francisco Tutella.

Tanea Coronato es licenciada en Física y becaria doctoral del CONICET. Este año fue seleccionada para asistir a la Séptima Escuela Anual en Manejo Sustentable del Riesgo Climático (7th annual Summer School on Sustainable Climate Risk Management) que se realizó entre el 29 de julio y el 2 de agosto en Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos.

“Los organizadores consideraron que los estudios interdisciplinares y de impacto que realizamos podían contribuir a dicha escuela y la invitación consistió en financiar el viaje completamente, incluyendo traslados, hospedaje y comidas” indica Coronato al respecto de su participación en el curso interdisciplinario que se desarrolló en Estados Unidos, cuyo propósito fue fomentar la comunicación entre científicos y tomadores de decisiones.

Tanea Coronato realiza su doctorado en la Universidad de Buenos Aires, su directora es Andrea F. Carril, investigadora independiente del CONICET radicada en Buenos Aires y vicedirectora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA/CONICET-UBA), y sus co-directores son el doctor Pablo Zaninelli, miembro también del CIMA, y la doctora Rita Abalone, miembro del Instituto de Física de Rosario (IFIR, CONICET-UNR), unidad ejecutora donde se desempeña la becaria.

“Mi tesis se enfoca en el estudio de las olas de calor. Desde el punto de vista meteorológico lo que hago es indagar en los procesos físicos relacionados con la generación, la frecuencia de ocurrencia y la intensidad de las olas de calor, en un contexto de variabilidad y cambio climático. Además, analizo el impacto de las olas de calor en las viviendas sociales que construye el Gobierno de la Provincia de Santa Fe” explica Coronato y agrega que esto último surgió a partir de un proyecto de investigación de la Provincia de Santa Fe, en el cual participa la doctora Abalone, donde están trabajando sobre las bases físicas del Índice de Prestaciones Energéticas (IPE) y su aplicación en un etiquetado a los edificios en relación a su eficiencia. “Nuestro trabajo se enfoca en determinar el consumo de energía requerido para acondicionamiento y calefacción para distintas mejoras edilicias propuestas y bajo condiciones de variabilidad y proyecciones de cambio climático” indica la becaria.

Parte de la tesis doctoral de Coronato está destinada a conocer el impacto que tienen las olas de calor en clima presente y en clima futuro, “esa es la parte más novedosa de la investigación” acentúa Coronato. Para acercarse a este último aspecto, la modalidad del investigación consiste en utilizar modelos climáticos regionales y adaptar sus salidas para forzar los programas con los que se realiza el estudio de impacto. “Forzamos los modelos de impacto con proyecciones climáticas derivadas de distintos escenarios de emisiones de dióxido de carbono, asociados a diferentes suposiciones de crecimiento socio-económico global. El trabajo de mi tesis es interdisciplinario, por eso mis directores en la UBA son meteorólogos, y mi co-directora en el IFIR es física” explica Coronato.

Ciencia y capacitación

Lo interdisciplinario de la actividad científica que lleva adelante Coronato es lo que determinó la convocatoria a participar del curso. “Los organizadores del curso forman parte de una red que trabaja de forma totalmente interdisciplinaria, en la que buscan hacer no sólo un estudio acotado en la parte científica, sino que también se proponen conocer las maneras de integrarse con otras áreas” indica la becaria.

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“El curso fue muy interesante, lo que más me gustó fueron los espacios de discusión desde distintas disciplinas. La filósofa Nancy Tuana dio una charla sobre cómo hacer investigación y destacó que en la ciencia, por lo general uno elige estudiar algo que piensa que va a ser útil, que le va servir a la gente, pero observó que nadie va y habla con la gente, y le pregunta qué es lo que necesita. A lo mejor lo que se está estudiando es útil para las personas pero quizás su urgencia es otra, entonces lo que ella proponía es que es muy importante generar lazos de confianza con la gente con la que vas a trabajar. Esa visión te permite cuestionar qué es lo que estás haciendo, y por qué estás haciendo eso” señala Coronato.

Por otro lado, la becaria contó que Jordan Fischbach, un analista de riesgos de una empresa que hace consultoría para distintos organismos, propuso un juego que planteaba ponerse en el lugar de un gobernante que tiene que tomar decisiones con respecto a invertir en mejorar el riesgo contra inundaciones, contra sequías o en prosperidad para una provincia, en donde cada decisión es fundamental para la vida de los habitantes.

“La directora del Departamento de Diseño Arquitectónico de la Universidad, Lisa Iulo, habló de cómo están ellos pensando las ciudades a futuro, tratando de ver una integración entre el manejo de recursos y cómo van a ser los nuevos edificios, para hacerlos más eficientes; y también de analizar en cómo mejorar lo que ya está, porque podemos pensar en mejorar los edificios nuevos pero la mayoría ya está construido. Me pude conectar con ideas y conceptos muy interesantes y que no los había pensado”.

grupal

“La interdisciplinariedad fue muy interesante, no es algo que se dé muy a menudo, me quede sorprendida porque la red está integrada por un físico, un ingeniero, una filósofa, una arquitecta, un economista, un analista. Un grupo muy diverso y eso enriqueció el trabajo” concluye Coronato.

Por Ana Paradiso
CONICET Rosario