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Miércoles, 16 Julio 2025

CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD. Desarrollan un biopesticida para combatir el HLB, la enfermedad que ataca a la producción de cítricos

Un equipo del CONICET desarrolla un biopesticida para combatir al vector del HLB. FOTO: Gentileza investigadores Un equipo del CONICET desarrolla un biopesticida para combatir al vector del HLB. FOTO: Gentileza investigadores

Especialistas del CONICET crearon una herramienta basada en ARN de interferencia que ofrece una alternativa precisa y biodegradable para un problema que causa pérdidas multimillonarias a nivel mundial.

Un equipo liderado por especialistas del CONICET ha logrado avances significativos en el desarrollo de un biopesticida para combatir al insecto vector del Huanglongbing (HLB), la enfermedad más destructiva de los cítricos. La iniciativa ofrece una solución sostenible frente a las pérdidas multimillonarias que el HLB ha causado en la industria citrícola de más de 65 países, entre los que se encuentra Argentina.

Actualmente, el control del HLB se basa en el uso de pesticidas químicos que contaminan el suelo y el agua, generan resistencia a insecticidas y exterminan especies de insectos beneficiosas. La propuesta desarrollada por el equipo del Instituto de Biología Subtropical de Misiones (IBS, CONICET - UNaM) se centra en el desarrollo de biopesticidas basados en la tecnología de ARN de interferencia (RNAi), una tecnología que permitirá una drástica reducción del uso de agroquímicos y que podría tener aplicaciones para distintas enfermedades vectoriales.

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El Huanglongbing (HLB) es la enfermedad más destructiva de los cítricos.

El bioinsecticida permite controlar de manera específica y selectiva al insecto vector del HLB, llamado Diaphorina citri, sin afectar a otros insectos beneficiosos para las plantas. “Lo que buscamos es dirigir un mensaje genético que solo puede ser interpretado por la especie objetivo. Entonces, con este mensaje de autodestrucción logramos interferir en la actividad de ese gen”, detalla Marcos Miretti, investigador del CONICET en el IBS y uno de los líderes del proyecto.

Esta tecnología utiliza el propio sistema de defensa del insecto para amplificar la señal y cortar el fragmento de ARN. “A diferencia de los pesticidas químicos, estos biopesticidas son biodegradables, no dejan rastros en el ambiente y no contribuyen a la generación de resistencia”, destaca María José Blariza, investigadora del CONICET en el IBS y otra de las integrantes del equipo.

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El bioinsecticida permite controlar de manera específica y selectiva al Diaphorina citri. FOTO: Gentileza investigadores

Del laboratorio a la empresa
Este desarrollo comenzó a consolidarse después de que los investigadores participaran de distintos procesos de aceleración con fondos para startups, como SF500, que impulsaron a la creación de un proyecto para la conformación de una Empresa de Base Tecnológica (EBT). Este paso será fundamental para trasladar el conocimiento científico generado en los laboratorios del CONICET a soluciones concretas para la sociedad argentina y global.
Cabe señalar que el proyecto surgió de investigaciones y servicios de diagnóstico de enfermedades vectoriales previamente realizados en el laboratorio, y en base a la experiencia adquirida por los investigadores en interferencia de genes de insectos vectores de distintas enfermedades. Estos pasos previos fueron los que posibilitaron que el grupo pueda desarrollar un biopesticida que ha validado la prueba de concepto.

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El HLB causa pérdidas multimillonarias en la industria citrícola de más de 65 países, entre los que se encuentra Argentina.

También se han realizado pruebas con pulverizaciones sobre insectos, tanto en el laboratorio del Grupo de Investigación en Genética Aplicada (GIGA) del IBS en Misiones como en la Estación Experimental Agropecuaria Bella Vista del INTA, en Corrientes, donde el grupo de Citrus es el referente en HLB. Los resultados han comprobado la disrupción efectiva de la actividad génica en el vector.
Algunos de los próximos pasos son la validación de la tecnología de encapsulación para proteger el compuesto de las condiciones climáticas y ampliar la evaluación en campo, así como obtener el registro del producto.

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María José Blariza, investigadora del CONICET en el IBS, es una de las integrantes del equipo que desarrolla el biopesticida . FOTO: Gentileza investigadores

Potencial para otras enfermedades
El potencial de la tecnología con la que están trabajando los investigadores del CONICET se extiende más allá del HLB. Si bien la estrategia inicial se ha focalizado en el vector de esta enfermedad, la plataforma de RNAi puede aplicarse a otras plagas importantes incluyendo a vectores de enfermedades humanas.

Este trabajo representa un claro ejemplo de cómo la investigación básica y aplicada puede converger para generar soluciones tangibles con un gran impacto social. “Es muy satisfactorio ver que nuestro trabajo de tantos años puede ayudar a la sociedad de manera concreta. Sabemos lo que sufren los productores citrícolas cuando son atacados por el HLB porque tienen que quemar todas las plantas. Pierden sus plantaciones y el sustento para sus familias. Entonces, ver que las investigaciones a las que les hemos dedicado tantos años se convierten en una respuesta para eso, es muy gratificante”, resalta Blariza.

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El equipo liderado por investigadores del CONICET impulsa la conformación de una Empresa de Base Tecnológica (EBT). FOTO: Gentileza investigadores

Miretti, por su parte, destaca que este desarrollo es el resultado de una acumulación de experiencia y un proceso de largo aliento. A su vez, resaltó el efecto motivador que tiene el proceso de creación de una EBT para los becarios y tesistas que trabajan con ellos en el laboratorio, al ver que las investigaciones pueden ir más allá de lo académico y generar startups con impacto real. “Estamos atravesando un proceso muy motivador en el laboratorio que esperamos que pueda continuar y seguir creciendo”, concluye.


Por Cecilia Fernández Castañón - Área de Prensa y Divulgación Científica CONICET Nordeste