Identificará a las personas infectadas para reducir los contagios y ayudará a tomar medidas preventivas con mayor rapidez. Además, permitirá comprender un poco más la historia natural de la infección de este nuevo virus, a partir del análisis de los datos obtenidos, para contribuir a una mejor evaluación de la situación epidemiológica local, gracias a un proyecto financiado recientemente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Los investigadores del IBR-CONICET-UNR Ana Laura Cavatorta, Esteban Serra, Pamela Cribb y Julián Acosta fueron seleccionados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para recibir un subsidio de un millón de pesos y pone al laboratorio Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP) como el tercer centro de diagnóstico de la provincia.
El proyecto es liderado por la investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) y docente del Área Virología de la Facultad de Bioquímicas y Farmaceúticas, Dra. Ana Laura Cavatorta. La financiación de la ampliación de la capacidad de diagnóstico se obtuvo en el marco de una convocatoria nacional para financiar proyectos que den respuesta a la pandemia. La buena noticia tiene otros tantísimos condimentos auspiciosos.
El objetivo fue sumar infraestructura, capacidades científicas tecnológicas y capacitar al personal para convertirlo en el tercer punto de diagnóstico de Covid-19 de la provincia. La iniciativa premiada por Nación –que otorgó subsidios a 137 proyectos de investigación de todo el país, de los cuales 13 son santafesinos – es uno de los tantos claros ejemplos de que en poco tiempo se pueden coordinar energías, unificar esfuerzos interdisciplinarios y sobre todo, fortalecer la salud pública de la mano de investigadores que ponen todos los conocimientos científicos y tecnológicos en la búsqueda de soluciones aplicables que beneficien a todos.
El equipo de investigadores está integrado además por el Dr. Germán Pérez, el Bioq. Miguel Taborda, Bioq. Belén Martí, Bioq. Laura Vietti, Bioq. Laura Valenti, y el Director de Servicios Asistenciales del CTSP Bioq. Eduardo Codino.
“El Covid-19 nos ha dado una gran oportunidad para que comience a haber más interacción interdisciplinaria, es lo que falta”, destacó la doctora en Ciencias Biológicas. La viróloga dijo que como investigadora, apunta siempre a “trabajar en proyectos de investigación traslacional”, que tienen como característica crear nuevos procedimientos o diagnósticos en base a la investigación científica básica. Es decir, poner en práctica toda la teoría: “Trasladar esos conocimientos a una aplicación clínica que pueda dar respuesta a una demanda epidemiológica como lo que estamos atravesando”, explicó Cavatorta.“El laboratorio tenía potencial porque contaba con esta famosa PCR tiempo real que se necesita para llevar a cabo la metodología, un espacio bien conformado, pero faltaba el recurso humano. Nos combinamos para armar un grupo donde hay gente de distintas áreas con experiencia en puesta a punto de metodologías, nos conectamos con el laboratorio Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP), ellos pusieron el espacio físico y la infraestructura que tenían y nosotros pusimos las capacidades científicas tecnológicas”, explicó la directora del proyecto, Ana Laura Cavatorta y destacó que el gran motor de este movimiento rápido de reflejos fue la pandemia.
Para el director del IBR, Alejandro Vila, “este tipo de acciones ponen de relieve que no hay separaciones entre la ciencia básica, la ciencia aplicada, sino lo que existen son mujeres y hombres con conocimiento que están dispuestos a ponerlos en valor cuando la sociedad lo requiere sea para generar nuevas herramientas de diagnóstico, nuevas soluciones o para estar a disposición del sistema de salud público”.
El millón de pesos que recibirán, anunciado días atrás, servirá para poner a punto la tecnología, comprar los insumos que hacen falta, alistar la campana de Bioseguridad que utilizan para la extracción del material nucleico que llega en los hisopados que reciben, protegiendo a quien manipule la muestra y también al producto. Así, la investigadora confirmó que el laboratorio ya es parte de la Red provincial para el diagnóstico de Covid-19 –junto al Cemar de Rosario y al Laboratorio Central ubicado en el ex Hospital Italiano de Santa Fe-. Esta semana ya podrán trabajar con las muestras que se realicen en el marco del seguimiento de la vigilancia epidemiológica, por ejemplo las del muestreo aleatorio que se hace en la provincia en el marco del programa nacional Detectar.
Para el decano de la facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR, Dr. Andrés Sciara “obtener este financiamiento muestra el compromiso asumido por la comunidad de la facultad para hacer frente a la emergencia sanitaria utilizando los recursos disponibles en la Universidad Pública y también las enormes capacidades de nuestros docentes-investigadores en el desarrollo y ejecución de proyectos. Esto pone a la UNR en el marco nacional de lucha contra el COVID19”
Están ultimando la logística para la recepción de muestras y entrega de resultados, que estiman que puedan resolverse en la misma jornada, con un resultado listo a las 8 horas de recibida la muestra, ya recibieron la visita de supervisores del Malbrán, que dieron el ok en lo que respecta a normas de bioseguridad y habilitación de la capacidad diagnóstica.
“Estamos en la recta final, cumplimentamos todas las exigencias desde el punto de vista de la bioseguridad y de capacidad operativa, tenemos las técnicas puestas a punto, tenemos recursos humanos calificados”, contó con entusiasmo la viróloga rosarina.
La noticia es auspiciosa por donde se la mire, porque viene a reforzar la capacidad diagnóstica del territorio provincial y porque “ese fortalecimiento que vamos a lograr, que ya arrancamos pero que se concreta ahora, es un fortalecimiento que queda ya instalado”, remarca la investigadora.
Para la investigadora es fundamental el trabajo interdisciplinario con investigadores de otras áreas pero también con el personal de salud. “El grupo científico se une con el del servicio asistencial en un trabajo en conjunto. Buscamos trasladar los conocimientos de una investigación básica a la aplicación clínica, lo que se conoce como investigación traslacional. Los médicos empiezan a contar con los científicos para que los acompañemos en el desarrollo de cuestiones puntuales que ellos observan al tratar con pacientes. Pueden conocer las demandas epidemiológicas y nosotros aportar y colaborar desde lo académico, lo científico y lo tecnológico”, destacó.
Entre las capacitaciones para el equipo, Cavatorta mencionó los conocimientos para un correcto análisis que permita validar los resultados obtenidos de los test de PCR diagnósticos. También prevé la optimización de metodologías que permitan cuantificar anticuerpos en el suero de pacientes convalecientes para determinar qué plasma podría ser usado para plasmoterapia. La metodología también permitirá comprender cómo se genera cada una de las fases del curso natural de la infección de este nuevo virus. “El equipo de trabajo ya está capacitado, y falta lograr que el resultado de ese conocimiento llegue a la gente, a nuestra sociedad”, agregó.
Cavatorta destacó que el proyecto trasciende los límites de la pandemia de Covid-19 y el centro de diagnóstico podrá detectar además otro tipo de patologías de importancia regional, como por ejemplo el dengue y otras patologías parasitarias de importancia.
Por Jimena Zoni