Por sus avances en el conocimiento de esta enfermedad, la doctora Andrea Gamarnik, quien actualmente se desempeña como jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, recientemente fue distinguida con el Premio internacional L’Oreal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”. A propósito de esta distinción, indica “Hace 14 años venimos trabajando con el virus del dengue, en el 2006 descubrimos cómo es el mecanismo por el cual se multiplica el genoma del virus del dengue”. Gamarnik, junto a su grupo, publicó alrededor de 30 trabajos científicos sobre esta patología.
Interiorizarse en el virus
“El material genético del virus del dengue consta de una sola molécula. Cuando el virus infecta una célula, esa molécula tiene que dar lugar a otras miles para que se propague la infección y lo que descubrimos fue el mecanismo por el cual una molécula pasa a miles de moléculas” indicó la investigadora. La importancia del hallazgo de su equipo de trabajo se vio reflejada en la relación con otras patologías: en los últimos años, se demostró que ese mecanismo molecular que se presenta en dengue, se repite en todo un grupo de virus denominados Flavivirus que causan alrededor de 50 tipos de infecciones en humanos, incluyendo el virus de la fiebre amarilla, el virus de la encefalitis de San Luis, el virus del Nilo occidental, y otros virus emergentes que causan encefalitis y fiebre.
En un trabajo de investigación recientemente publicado, el grupo de investigación que lidera Gamarnik explicó cómo es el proceso para que el virus pase de humano a mosquito, que requiere una adaptación especial, para que se infecten células de mosquitos y después se infecten las células de humanos, que son de naturalezas distintas.
La importante prevención
“En Argentina hay brotes aislados de la enfermedad. La epidemia más importante fue en el 2009, donde se reportaron 30.000 casos de personas infectadas. Sin embargo, ahora en 2015 en Brasil, ya se registraron un millón y medio de infectados, con lo cual, en los países de Latinoamérica, este es un año muy malo en cuanto a la cantidad de casos de infecciones por dengue” informa la investigadora.
“El número de infectados va creciendo, y ese es un problema muy complejo que tiene que ver con la situación socioeconómica de las poblaciones, por ejemplo, aún existen lugares que carecen de agua potable, entonces la gente junta agua en distintos recipientes, y allí es donde los mosquitos ponen los huevos” asegura la doctora Gamarnik.
“Ahora viene el verano y el mosquito se reproduce más eficientemente, porque la temperatura es propicia, entonces hay que tener en cuenta que hay que “descacharrar”, es decir, tirar toda el agua que se haya acumulado, pero que no es agua estancada, es agua limpia, los tachos donde por ejemplo se junta agua de lluvia, el bebedero del perro, floreros, ahí es donde este mosquito en particular, el Aedes aegypti, pone huevos, entonces hay que evitar y prevenir que se reproduzcan, ya que para el dengue todavía no hay una cura”. Siguiendo con las acciones de prevención, Gamarnik destaca que es muy interesante la campaña que lanzó la Organización Mundial de la Salud, que apunta a que, al corto plazo, no haya más muertes por dengue, y eso puede lograrse con una detección temprana de la enfermedad, un tratamiento adecuado, una buena hidratación, para evitar que se agrave el cuadro.
La vacuna
“Existen cuatro serotipos de dengue, es decir, microorganismos que pueden causar la enfermedad. Cuando una persona se infecta con uno de los cuatro, si se cura, queda protegida contra ese serotipo de por vida, tiene anticuerpos y no se va a volver a infectar con ese, pero sí puede infectarse con alguno de los otros, y la infección en ese caso es aún más peligrosa porque puede causar cuadros graves de hemorragia y podría llegar eventualmente a la muerte. Los cuatro serotipos circulan por los países de esta región y son trasmitidos por el mismo mosquito, los únicos países de Latinoamérica que no tienen casos de dengue reportado son Chile y Uruguay” relata Andrea.
“Es muy importante poder contar con vacunas que puedan proteger contra los cuatro serotipos de dengue simultáneamente” aseguró la doctora Gamarnik y explicó que en este momento están esperando que salga una vacuna de Sanofi Pasteur, que se encuentra en el último tramo, y en un par de años va a estar aprobada, y va a poder ser utilizable. Al respecto, manifiesta “No es una vacuna ideal, tiene muchos defectos porque no protege contra los cuatro serotipos de dengue de forma similar, con lo que no cumple los objetivos de máxima, pero, como una primer vacuna, va a servir y la tarea es continuar mejorándola, este es un primer paso pero hay que seguir trabajando para conseguir una vacuna mejor todavía”.
Científica argentina premiada
Andrea Gamarnik es la tercera mujer argentina reconocida con el Premio internacional L’Oreal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” como la investigadora más destacada de Latinoamérica. “El premio me puso muy contenta porque es un reconocimiento a la trayectoria, y no sólo me premia a mí, sino a todo mi grupo de investigación, que ha venido trabajando conmigo desde hace muchos años. Esto es producto del trabajo, el esfuerzo, la dedicación y también la pasión” aseguró la investigadora. Junto a las ganadoras de las regiones de Europa, Norteamérica, Asia/Pacífico y África/Estados Árabes, Andrea Gamarnik recibirá el premio el 24 de marzo de 2016 en el anfiteatro de la Sorbona en París, Francia
Andrea Gamarnik es bioquímica, graduada en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, institución donde también realizó su doctorado. Luego, realizó una estadía de ocho años en Estados Unidos, donde completó sus estudios posdoctorales en Virología en la Universidad de California en San Francisco y trabajó en la empresa Biotecnológica ViroLogic. Regresó a la Argentina a fines del año 2001 para incorporarse al Instituto Leloir, donde fundó el primer laboratorio de Virología Molecular, donde permanece actualmente. Desde el año 2005 al 2011 fue International Research Scholar del Howard Hughes Medical Institute. En el 2014 fue elegida miembro de la Academia Americana de Microbiología (AAM), siendo de esa manera, la única mujer integrante de dicha asociación que desarrolla sus investigaciones en Argentina.
Por Ana Paradiso - CONICET Rosario