Ciencia en la vida de todos
Viernes, 24 Agosto 2018

La ciencia en la escuela: la experiencia de Clarisa y Gabriela

En el marco del programa “Los científicos vuelven a la escuela” las investigadoras del CONICET Clarisa Álvarez y Gabriela Müller, que se desempeñan en el CEFOBI, dieron una clase en la Escuela Especial Nº2013 para Niños Sordos “María Ana Mac Cotter de Madrazo”.

Participaron chicos de todas las edades de la escuela primaria, de 6 a 11 años. La clase llevó el nombre de “Pequeños científicos resuelven los ¿Por qué?” y contempló el desarrollo de distintos experimentos químicos sencillos que abordaron temas como la seguridad personal, la observación, la proposición de una hipótesis que explique las observaciones y la búsqueda de respuestas. Las actividades fueron realizadas con la asistencia permanente de la profesora de sordos de la institución, Cecilia Taraborrelli.

Al respecto de la idea central de la clase, las investigadoras explicaron “ Cuando pensamos en ciencia tendemos a identificarla con experimentos espectaculares o teorías complejas cuando en realidad la ciencia es simple y se trata de observar, hacerse preguntas, buscar respuestas, algo que los niños hacen constantemente en forma natural”.

El modo de plantear el trabajo en el aula tuvo dos perspectivas que lo guiaron: desarrollar las propuestas experimentales desde un aspecto cómico y permitiendo el lugar del asombro. “De esta manera quedó planteado un disparador-motivación que la maestro luego puede seguir trabajando, ya que además queda en contacto con nosotras para organizar nuevas experiencias en el aula” señalan las investigadoras.

Las propuestas que se realizaron fueron dos: en primer lugar invitaron a los chicos a preparar soluciones, a partir de disolver sólidos y líquidos en agua y luego se intentó explicar por qué desaparecían y aparecían esas soluciones, dando lugar a que los alumnos planteen sus propias hipótesis. En segundo lugar, se crearon nuevos colores a partir de la mezcla de colorantes.

Las científicas Clarisa Alvarez y Gabriela Müller participan desde hace siete años de “Los científicos vuelven a la escuela” y eligen plantear y desarrollar las actividades juntas porque se complementan muy bien a la hora de trabajar. “Es muy enriquecedor observar el carácter innato de científicos que tienen los chicos y cómo valoran la posibilidad de acercarse a estas experiencias” concluyen las investigadoras con respecto a su experiencia en el programa.

Por Ana Paradiso
CONICET Rosario