Las investigadoras del CONICET María Cecilia Marinelli y Marcela Balbi, junto a Diego Mitchell, tesinista de grado, llevan adelante en el Instituto de Física de Rosario (IFIR, CONICET-UNR) un estudio que consta en la caracterización y optimización de aceros microaleados para su uso en maquinaria agrícola.
El proyecto fue recientemente seleccionado por la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Santa Fe, para recibir un subsidio dentro de la convocatoria de Investigación Orientada.
Mejor acero para el agro
“Trabajamos con los aceros MLC 420 y MLF 340 que fabrica Siderar, son microaleados de alta resistencia y tienen variadas aplicaciones. En este caso, el objetivo de la investigación es estudiarlos y optimizarlos para aplicarlos en parte de la carrocería de la maquinaria agrícola de la empresa Máquinas Agrícolas Ombú” indica Marinelli.
La empresa tiene el propósito de fabricar un producto nuevo: un cabezal maicero para las máquinas cosechadoras que pueda operar a múltiples distancias y en cualquier dirección, sin necesidad de ajustes, distanciamiento o adaptaciones, reemplazando las piezas que actualmente tienen por otras de acero microaleado para que se aliviane el peso de la estructura. “La distancia de siembra de maiz depende de las condiciones agronómicas del suelo y no se puede resolver con un mismo cabezal las diferentes opciones de implantación, por lo tanto el productor agropecuario debe perder un dia de trabajo adecuando el cabezal para una siembra distinta a la tradicional, con este nuevo cabezal se resolvería el problema. ” cuenta Marinelli.
Los microaleados
“Que sean microaleados significa que tiene baja cantidad de carbono y que contiene aleantes, como silicio, niobio, vanadio, titanio, que aportan endurecimiento por precipitación, es decir, el material es más duro y resistente, pudiendo soportar esfuerzos o tensiones muy altas. Los aceros microaleados de alta resistencia se suelen aplicar en estructuras que soportan grandes cargas, como componentes estructurales, resortes de alta resistencia, equipos de elevación, equipos agrícolas, contenedores de cargas, válvulas o herramientas” explica Marinelli.
“Nuestra idea es contar con chapas más finas y resistentes que puedan reemplazar a los aceros que habitualmente se utilizan y alivianar el peso de la estructura, lo que trae beneficios como que se consuma menos combustible, que sean más livianos y resistentes” señala Marinelli.
La caracterización de un material es un estudio integral de la microestructura, que se realiza para conocer lo que pasa adentro de la misma. “Realizamos ensayos de extracción, de fatiga, de fisura, y de acuerdo a los resultados luego vamos a estudiar casos específicos como el conformado y la soldabilidad. Ya empezamos a hacer la caracterización y estamos obteniendo muy buenos resultados” acentúa la investigadora.
Otro de los objetivos que tiene este trabajo es mejorar las propiedades mecánicas de los aceros microaleados mediante diferentes tratamientos térmicos.
“Esta investigación va a dar resultados que son de interés para la industria de la región, tanto para la empresa de maquinaria agrícola como para la siderurgia. Nuestro objetivo es también llevarlo a camiones de remolque” concluye la investigadora.
Por Ana Paradiso
CONICET Rosario