Con la incorporación de las biotecnólogas y doctoras en Ciencias Biológicas del IBR, Antonela Palacios y María Eugenia Llases, CASPR Biotech incrementa su personal a unos 25 investigadores, con la urgencia de la producción a escala de los Bio-kits, lo que ayudaría a reducir los contagios y a tomar medidas preventivas con mayor rapidez.
El kit consiste en una tira reactiva como la del test de embarazo que detecta ARN viral en muestras de saliva, y permitirá diagnosticar in situ y en menos de una hora la presencia o no del Coronavirus.
En principio será destinado a laboratorios e instituciones públicas y luego se podrá comercializar en farmacias. Más allá de la epidemia de Coronavirus, esta plataforma sirve para detectar presencia de otros virus como Denge, Zika, Chikunguña y Hantavirus.
“El virus nos brinda una oportunidad para “switchear” el gran potencial académico local, con el sector privado para lograr en tiempo record un producto biotecnológico clave para comercializar en forma masiva y económica en el país”, destacan los investigadores del IBR, Guillermo Repizo y Maria Eugenia Llases, desde San Francisco, California.
Con el objetivo de reforzar el apoyo científico, institucional y económico al proyecto de detección del virus, el viernes pasado se realizó una video conferencia con el grupo de científicos rosarinos desde San Francisco, junto al rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolaci, el Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del CONICET, Roberto Rivarola, el director del CCT Rosario, Florencio Podestá, el decano de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, Andrés Sciara y el director del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario, Alejandro Vila.
Los investigadores brindaron detalles de la fase de investigación actual y los desafíos institucionales y administrativos que derivan de un desarrollo científico que pretende instalarse en el mercado en tiempo récord.
“Estamos avanzando mucho, siendo que empezamos no hace más de un año, y teniendo en cuenta que no existen productos que se basan en la tecnología Crispr en el mercado. Las ventajas de nuestro método es que no necesitamos equipamiento complicado como el caso de la tecnología utilizada hasta ahora como es la PCR”, destacaron.
Si bien tienen proyectado que el kit de diagnóstico portátil salga a la venta en la segunda mitad del año, ese plan puede sufrir modificaciones porque aún se están haciendo validaciones de todo tipo para evitar falsos positivos.
A su turno durante la reunión virtual, el director del IBR Alejandro Vila, subrayó el impacto que tiene la inversión en la formación científica de alta calidad, que permite que los investigadores puedan hacer un switch rápido de la investigación básica a la aplicada, en este caso en una Start up de CONICET de reciente creación. Teniendo en cuenta los numerosos recursos humanos formados en el IBR que son parte del proyecto: Daniel Kurth, Julia Lara, Ivana Parcerisa, Matías Cabruja, María Eugenia Llases, Antonela Palacios, y Guillermo Repizo.
A nivel nacional, CASPR Biotech ha tenido apoyo de MinCyT, del Ministerio de Salud e incluso de Cancillería para la movilidad del personal. También empresas farmacéuticas argentinas han hecho su aporte apostando a futuras posibilidades productivas.
“Queremos llevar nuestra solución a hospitales y salas de baja complejidad lo antes posible; tanto a nivel nacional como mundial”, concluyeron los investigadores.
Un equipo en todo el país.
En Buenos Aires, varios investigadores liderados por Pereyra Bonnet, avanzan en el testeo del método con muestras de pacientes diagnosticados positivos para SARS-Cov-2. Desde Tucumán, Daniel Kurth, ex becario del IBR, está abocado a las búsquedas de secuencias de ADN correspondientes a nuevas enzimas Cas, junto con María Eugenia Farias que provee el material genético. En la Universidad del Litoral, Claudio Berli y Federico Schaumburg, investigadores en el Intec también trabajan en el proyecto.