El papel de la investigación científica y tecnológica en promover el bienestar y el desarrollo es reconocido en todo el mundo. La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la importancia de contar con un sistema público de ciencia y técnica, adecuadamente financiado y articulado con los demás sectores que producen y transfieren conocimiento.

El CONICET, presente en cada una de las provincias de nuestro país, es hoy el principal organismo de investigación de Argentina y está entre los organismos públicos de ciencia y técnica más productivos y prestigiosos en América Latina y el resto del mundo. Pero la investigación científica y tecnológica no se sostienen sin presupuestos adecuados y sin el compromiso y el empeño de sus trabajadoras y trabajadores.

El Directorio del CONICET se manifestó en numerosas oportunidades en relación con el gravísimo deterioro salarial en todos y cada uno de los niveles del organismo, desde su personal administrativo y profesional hasta los miembros de la carrera de investigación. Los salarios del CONICET están significativamente rezagados incluso respecto de aquellos percibidos, en posiciones de igual responsabilidad y preparación, por agentes de otros organismos de ciencia y técnica o en las universidades nacionales. El deterioro lamentablemente repercute ya en las propias condiciones de vida y de trabajo.

Somos conscientes del agravamiento de las condiciones críticas en las que se encuentra la mayoría del pueblo argentino por la pandemia y de los enormes esfuerzos que está haciendo el Estado argentino para paliarlas. El CONICET es parte de esos esfuerzos y viene adoptando medidas para que la pandemia y las medidas de aislamiento sean lo menos gravosas posibles para cada una y cada uno de los miembros de nuestra comunidad. Por otra parte reconocemos las históricas decisiones del nuevo Gobierno que, a muy poco de asumir, aumentó el número de vacantes para investigadores y técnicos y los estipendios de las becas y dedicó fondos específicos para proyectos aplicados a diagnóstico, prevención, terapia y manejo de las consecuencias sociales de la pandemia.

En este contexto queremos hacer llegar a las autoridades nacionales, el Congreso y la opinión pública lo siguiente:

1- Es necesario revertir el deterioro salarial en el sector público científico-tecnológico, en particular en el CONICET, mediante medidas de emergencia. Hoy hay salarios en el organismo que están por debajo o en el límite de la línea de pobreza, y la situación de los estamentos iniciales de la carrera del investigador/a, de muchos técnicos y administrativos es crítica.

2- Es necesario relanzar un convenio colectivo de trabajo sectorial, incluyendo paritarias, que permita rediscutir las condiciones laborales en los distintos niveles y que tome al salario como una de las principales variables que garanticen la calidad e impacto del trabajo científico.

3- Es necesario –la urgencia de la pandemia debería ser en este sentido nuestra urgencia– retomar con el Congreso la discusión y aprobación de una ley de financiamiento para la ciencia y la técnica en la Argentina, siguiendo el modelo de la ley de financiamiento educativo.

Dr. Alberto Kornblihtt
Dr. Miguel Laborde
Dr. Mario Pecheny
Dr. Roberto Rivarola
Dr. Tulio Del Bono
Dr. Félix Nieto Quintas
Dra. Graciela Ciccia
Dr. Carlos Van Gelderen