¿Por qué hablar de COVID en el contexto actual donde a raíz de la vacunación masiva y de sus sucesivas dosis, este tema pareciera saldado? El trabajo en donde interviene Esteban Nannini, investigador del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER CONICET – UNR), da cuenta del importante rol que puede tener el uso del plasma de convaleciente en el tratamiento de pacientes con COVID-19 porque -si bien gracias a la vacunación especialmente, los casos graves de Neumonía por COVID han disminuido significativamente-, aún hay pacientes inmunosuprimidos, con comorbilidades o de edad avanzada que pueden sufrir cuadros severos.

La investigación fue publicada en la prestigiosa revista científica mBio (perteneciente a la “American Society of Microbiology-ASM”) en noviembre 2023. Allí se detallan sus resultados, donde se estudió el plasma de convaleciente -PC- y la importancia de su aplicación temprana en el tratamiento de pacientes con Covid-19 severo.

El estudio pudo llevarse a cabo gracias al arduo trabajo en equipo, primariamente convocado por la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas-UNR, con la participación fundamental del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos, del Centro Regional de Hemoterapia Sur, ambos del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe, y de investigadores del IDICER, UNR-CONICET.
El plasma de convaleciente es parte de la sangre que si bien no contiene glóbulos rojos, sí contiene anticuerpos que pueden bloquear distintos patógenos. En el caso del Covid-19, los anticuerpos son generados por personas que han padecido esta infección. Es decir, que tengan el sistema inmune activado por haber estado en contacto con este virus.

Lo que se conoce sobre el uso de plasma de convaleciente está relacionado al investigador argentino Julio Maiztegui, quien lo descubrió contra el Virus Junín o virus de la Fiebre Hemorrágica Argentina, detectando que podía disminuir la mortalidad significativamente. Entonces, abunda Nannini: “en base a esos conceptos que en inmunología se llaman inmunoterapia pasiva, uno puede administrar el PC de personas que hayan tenido esa infección y que tengan anticuerpos neutralizantes del virus”.

En este sentido, afirma el investigador que si esta terapia se administra de manera oportuna, puede favorecer al paciente ya que evitaría la evolución del virus. Justamente, en el tratamiento del Covid-19 al inicio de la pandemia -en el 2020-, muchos pacientes fueron tratados con anticuerpos para neutralizar el agente patógeno. Si bien, recuerda Nannini, inicialmente hubo un entusiasmo, a su criterio, exagerado sobre la utilidad del PC para todos los casos; luego fue descartado en otros estudios. Incluso en un estudio argentino que se llamó Plasm.Ar, donde se demostró la no utilidad en forma generalizada del plasma de convalecientes contra el covid-19.

El gran hallazgo
El equipo de investigación analizó pacientes de toda la provincia de Santa Fe hospitalizados con Covid-19, que hayan recibido plasma de convaleciente entre junio y octubre del 2020.
El estudio se llevó a cabo en más de setecientos pacientes que recibieron PC. Sobre esa cifra, el análisis se centró en cuatrocientos veinte hospitalizados; de los cuales, si bien la mayoría requería oxígeno, no estaban con ventilación mecánica invasiva. La razón de ello es que se había demostrado que a estos pacientes con ventilación mecánica prácticamente ninguna medicación causaba efectos positivos, entre ellos la aplicación de PC.

“El gran hallazgo de esta investigación es que, comparando aquellos pacientes que habían sobrevivido con aquellos que habían fallecido, encontramos que los que habían recibido plasma antes del tercer día de hospitalización, habían tenido una mejor evolución que aquellos que habían recibido plasma más allá del tercer y quinto día”, afirma Nannini.

Por lo cual, este estudio de investigación, sumado a otros llevados a cabo en otras partes del mundo, permite asegurar que el plasma de convaleciente puede tener algún efecto beneficioso cuando se lo utiliza en forma temprana. Esto tiene una razón biológica -explica el investigador- y es que en la fase temprana es cuando el virus está circulando y el plasma puede llegar a neutralizarlo y bloquearlo. Por el contrario, en una segunda fase o cuando avanza el proceso de infección, lo que predomina es el daño inmunológico o lo que se denomina “tormenta de citoquinas”. Allí, la terapéutica está más orientada hacia los agentes inmunomoduladores o inmunosupresores, como los corticoides.

El uso de PC y la evidencia científica
El uso de Plasma de Convaleciente podría ser una opción para pacientes con COVID-19 en estado grave, especialmente en países donde los medicamentos antivirales directos no están disponibles comercialmente. “En este estudio retrospectivo demostramos que el tratamiento temprano -dentro de los tres días posteriores a la hospitalización-, se asoció significativamente a una reducción de la mortalidad a los veintiocho días en comparación con los pacientes tratados más allá del día tres”, aseguró el investigador.

Los resultados de este estudio se suman a la evidencia científica sobre el uso del PC como terapia relativamente segura, económica y posiblemente eficaz en ciertos pacientes que padecen una infección grave por SARS-CoV-2.

De igual modo, en nuestro país -detalla Nannini-, los antivirales directos no están disponibles o bien por ejemplo, uno de ellos tiene un costo extremadamente elevado. Con lo cual, en estos pacientes que tienen una baja respuesta a las vacunas y que se los considera inmunosuprimidos, se pueden beneficiar de una inmunoterapia pasiva como es la administración de un plasma de convaleciente con altos niveles de títulos neutralizantes.

Equipo completo:
Armando M. Perichón, Andrea Acosta, Liliana Di Tulio, Maria José Munuce, Stella Pezzotto, Oscar Bottasso, Esteban C. Nannini.

DOI: https://doi.org/10.1128/mbio.01777-23

Por: Andrea G. Guereta - Comunicación Institucional CCT Rosario