Experiencias para alumnos y docentes de nivel medio de educación fueron guiados por investigadores científicos del Instituto de Investigaciones para el Descubrimiento de Fármacos (IIDEFAR) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y del Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario para conocer de cerca cómo es hacer investigación científica. De eso se trata “Viví Ciencia”, una iniciativa de la plataforma País Ciencia que se inauguró en Rosario –con la presencia de alumnos de la escuela Nº405 del Municipio de Esperanza, Santa Fe- y tiene como principal objetivo que los estudiantes, de manera interactiva, vivan el rol de científico en toda su dimensión, trabajando de manera directa en el manejo del material y equipamiento, la formulación de hipótesis y la obtención de conclusiones.
“País Ciencia empezó en 2013 con un puñado de colegas yendo a unas ciudades a dar charlas, y hoy es un proyecto colectivo que sigue creciendo”, expresó Fernández, director de la plataforma y del Instituto Max Planck Rosario, durante el lanzamiento del nuevo ciclo de actividades. “Hoy, con este nuevo módulo de actividades –continuó-, recogemos el guante de la demanda de los estudiantes, que querían conocer de cerca cómo y dónde trabajan los científicos”. Fernández agradeció además la libertad y contención que encontró en el presidente del CONICET, Alejandro Ceccatto, para llevar adelante esta iniciativa.
Ceccatto también participó de la apertura del encuentro, y dirigió unas palabras a la audiencia, colmada de estudiantes. “Estamos muy satisfechos con País Ciencia, que se destaca por el esfuerzo por acercar actividades originales a todas las provincias y los estratos sociales. Esta plataforma permite que tanto hacia adentro como hacia afuera de la comunidad científica, la ciencia se fusione con la vida. Porque los científicos canalizan a través de las charlas su necesidad de llegar a la sociedad, y la sociedad logra conocer de primera mano que el CONICET no es un `mundo de mentes brillantes` sino que está compuesto por gente tiene como propósito mejorar la vida de la población”.
También, durante la apertura del encuentro, el rector de la UNR, Héctor Flioriani, reconoció la “honestidad intelectual de Claudio Fernández” y destacó que lo que más lo motiva de actividades como “Viví ciencia” es “despertar el amor por el saber”. Luego, enviaron saludos grabados –excusándose de no poder estar presentes- el Dr. Diego Golombek, director del Centro Cultural de la Ciencia (C3) y del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT), y el Dr. Gabriel Rabinovich, bioquímico del CONICET recientemente incorporado a la Academia de Ciencias de EE. UU. y proclamado padrino del ciclo “Viví viencia”. También estuvieron presentes en el encuentro miembros de la Fundación Bunge & Born y de la Editorial Siglo XXI Editores, como parte del ciclo “Viví ciencia”.
Para finalizar el acto, Laura Scirocco, a cargo de la comunicación de País Ciencia, hizo un repaso de los años del proyecto dirigido por Fernández: rememoró los ciclos “¿Ciencia qué me contás?”, “Grandes preguntas”, el ciclo de proyectos de desarrollo tecnológico -en donde los propios alumnos idearon soluciones a los problemas de su comunidad- y el ciclo “Manos a la ciencia”, lanzada en noviembre del año último, hasta llegar a “Viví ciencia”, que, explicó, “intenta mostrar de qué se trata el trabajo científico para que los alumnos experimenten por sí mismos lo que es trabajar en un laboratorio siguiendo los pasos del método científico”.
Tras el acto de apertura, los estudiantes participaron de la charla de divulgación “Avances en el conocimiento del cáncer: de la investigación a los nuevos tratamientos” a cargo del Dr. Daniel Alonso. Y a continuación, fue el turno de los talleres experimentales de biología celular –donde los estudiantes realizaron manipulaciones de células en diferentes etapas y procesos donde a través de elementos especializados pudieron visualizar los movimientos celulares-, de biofísica molecular –donde los jóvenes accedieron a una herramienta única en el país: el resonador magnético nuclear equipado con tecnología de criosonda- y de química –en el que los alumnos conocieron cómo, a partir de extractos vegetales, es posible comenzar un proceso de descubrimiento de nuevos fármacos-. Luego de las actividades se realizó una mesa de conclusiones y debates.
Fuente: CONICET